Mi nick es brasil no por el tiempo que vivi alli en el '77, ni por el cariño que le tengo a la cultura brasileña.
Mi nick es brasil por mi perro. Que vivió conmigo casi 11 años.
Que fue hiperestimulado cuando no teníamos chicos. Mi perro que adoptó a mis niños, yo diría que hastá más rapidamente que nosotros.
A los que no tengan o no simpaticen con los perros, les podrá parecer una pelotudez, pero yo les puedo asegurar que jamás me quisieron tanto y tan incondicionalmente. Nadie .Sin importar mis humores.
Venía jodido desde hace un tiempo, sus últimos dos años fueron cada vez correr menos y caminar peor. El jueves empezó a convulsionar
En la veterinaria lo que ya sabíamos, y nos veíamos venir. El viernes cavé un pozo para sus mermados 40 kgs, a la sombra de los eucaliptus centenarios de la entrada a casa.
El sábado a la mañana lo fui a ver. Estaba lúcido y sentado como un leon. Antes de verme o escucharme me olió y se largo a ladrar. Entré a saludarlo y como siempre me movió la cola. Intenté pararlo. Se tambaleó. Lo ayudé a acostarse de vuelta
Salí a firmarle la autorización a la veterinaria para volver a buscarlo una hora más tarde. Cuando entré a saludarlo por última vez se paró solo, bastante agil, y se quedó mirandome suplicante.
Llamé a la veterinaria, vino y me dijo :"ayer convulsiono 3 veces, tiene daño en la corteza cerebral, puede durar un poco más, pero pensá en su calidad de vida"
Fui a caminar y volví a buscarlo. Lo cargué en el auto. Desde ese momento comencé a llorar, abiertamente, a sollozos y gritos, como un hombre solo llora cuando es niño. Todo el viaje a casa. El tiempo de ponerlo en su hoyo y palear tierra. Lloré y lloré.
Y me ayudó a llorar por Koke, por Héctor, por Mandy, por Daniel, por César, por mi vieja y mi viejo. Lloré por todos mis muertos.
Así de pelotudo como suena.
Mi nick es brasil por mi perro. Que vivió conmigo casi 11 años.
Que fue hiperestimulado cuando no teníamos chicos. Mi perro que adoptó a mis niños, yo diría que hastá más rapidamente que nosotros.
A los que no tengan o no simpaticen con los perros, les podrá parecer una pelotudez, pero yo les puedo asegurar que jamás me quisieron tanto y tan incondicionalmente. Nadie .Sin importar mis humores.
Venía jodido desde hace un tiempo, sus últimos dos años fueron cada vez correr menos y caminar peor. El jueves empezó a convulsionar
En la veterinaria lo que ya sabíamos, y nos veíamos venir. El viernes cavé un pozo para sus mermados 40 kgs, a la sombra de los eucaliptus centenarios de la entrada a casa.
El sábado a la mañana lo fui a ver. Estaba lúcido y sentado como un leon. Antes de verme o escucharme me olió y se largo a ladrar. Entré a saludarlo y como siempre me movió la cola. Intenté pararlo. Se tambaleó. Lo ayudé a acostarse de vuelta
Salí a firmarle la autorización a la veterinaria para volver a buscarlo una hora más tarde. Cuando entré a saludarlo por última vez se paró solo, bastante agil, y se quedó mirandome suplicante.
Llamé a la veterinaria, vino y me dijo :"ayer convulsiono 3 veces, tiene daño en la corteza cerebral, puede durar un poco más, pero pensá en su calidad de vida"
Fui a caminar y volví a buscarlo. Lo cargué en el auto. Desde ese momento comencé a llorar, abiertamente, a sollozos y gritos, como un hombre solo llora cuando es niño. Todo el viaje a casa. El tiempo de ponerlo en su hoyo y palear tierra. Lloré y lloré.
Y me ayudó a llorar por Koke, por Héctor, por Mandy, por Daniel, por César, por mi vieja y mi viejo. Lloré por todos mis muertos.
Así de pelotudo como suena.