miércoles, 31 de octubre de 2007

¿alguien tiene el teléfono del diablo?


¿porque no avisan? Soy naturalmente un colgado. La fulana pasó por aquí (allí mejor dicho) el 29/10...¡y yo comiendo ñoquis con la patrona y los chicos!

martes, 30 de octubre de 2007

Rescoldo de primavera

Laura tiene hoy 65. Sigue esbelta como cuando integraba el estable del Colon. No puede evitar emocionarse cuando cuenta su historia...



El 11 de septiembre del '73 nos encontró en Santiago. Yo estaba de licencia en el Colon y aunque volvía constantemente a Buenos Aires, era evidente que me estaba radicando de a poco en Chile. Nos habíamos enamorado sin reservas, 4 años antes. Nos daban las hormonas y daba el ambiente de euforia santiaguina para ello. Nos habíamos casado muy rápido, y conviviamos con la efervescencia del gobuerno de unidad popular.


Yo era ajena en la militancia pero no en el sentimiento. El -en cambio- era puro sentir. Conmigo, con sus amigos, con sus compañeros. No pude despues recordarlo de otra forma que sonriendo. Tengo la sensación que siempre reía. Caminando por la Alameda, cenando en el mercado de su Puerto Montt natal, por la mañana en nuestras vacaciones en Tongoy, siempre reía. Hasta el 11 de septiembre que lo vi llorar por primera vez.


El golpe no nos sorprendió y creímos que si bien iba a ser necesario resguardarse, tendríamos oportunidad de sobrevivir dentro de cierta normalidad. La brutalidad Pinochetista nos sacó del limbo con la velocidad del pánico. Sus compañeros comenzaron a evanescerse. El ambiente era de espanto. Los rumores de detenciones y masacres rápidamente se transformaron en certezas flotando en el Mapocho. Lo peor del odio emergía. Las delaciones entre vecinos eran moneda corriente.


Un amigo nos sacó de Santiago aprovechando una mudanza a Temuco, escondidos entre los muebles. El ya sabía que lo estaban buscando y habíamos decidido -eso crei- mudarnos con su familia a Puerto Montt. Cuando llegamos a Temuco sentados en el parque municipal, comenzó a explicarme que no existía otra salida que el exilio. Que no podíamos salir juntos. Que yo no tendría problemas en cruzar por ser argentina, y que tenía todo arreglado para que el día siguiente cruzara en bus hacia Junin de los Andes. El seguiría hasta Puerto Montt para hacerse de algún dinero y poner a su familia en aviso. Me alcanzaría algunas semanas después en Buenos Aires.


Me quejé de forma, pero sabía que el tenía razón. Crucé facilmente el otro día bajo un diluvio que entristecía aún más a la triste selva Valdiviana y mi alma. Supe que no volvería a verlo.


Las primeras semanas en Buenos Aires pasaron sin noticias de el. Me había dado instrucciones de no comprometer a su familia con llamados y cumplí. Algunos conocidos llegaban para quedarse o bien para continuar viaje a otros lados. En Buenos Aires existían numerosos comites de solidaridad, y era una ciudad segura para los chilenos.


Cumplido el primer mes aproximadamente, se terminó la espera. Un compañero del sindicato en viaje a Europa, pasó por expreso pedido de mi cuñado a verme: "lo siento, lo levantaron de una reunión junto con tres compañeros más, a los pocos días de tu partida. No se pudo averiguar nada. Seguro fue la DINA. La familia te pide que no vayas, el riesgo es enorme, y las posibilidades de saber algo casi nulas". Así de brutal. Así de corto el informe. Así me amputaban el amor.


Los dos años subsiguientes logré ver a algunos amigos en común que continuaban emigrando. Nunca traian noticias. Era lo que luego sería tan argentino: un desaparecido. Su familia estaba despedazada. Los hermanos en el exilio europeo, y sus padres en Puerto Montt.


El año 76 paró definitivamente la migración chilena. Yo seguia bailando cada vez menos, y enseñaba cada vez más. Penosamente mi vida continuaba.


El resto no interesa en detalle, porque no te estoy contando mi historia, sino la nuestra. A fines de los 70 me casé nuevamente con un buen hombre. Un comerciante de buen corazón que me quiso mansamente. A principios de los 80 tuve a mis dos hijos y cerre mis recuerdos. Ellos hicieron bellos, años que podrían haber sido un infierno.


Mi marido murio en el '98. Mis hijos crecian sanamente , sanandome de mis heridas. Así transcurri. Nunca más pisé Chile.

Nunca más hasta el año pasado.

Tuve un impulso: volver a Santiago, irme a Tongoy y recorrer la costa pedregosa, subir a Arica, volar al sur, ver Temuco y Valdivia nuevamente. Y llorar en Puerto Montt.

En Arica pedí una guia telefónica. Las posibilidades que mis suegros estuvieran vivos eran pocas: tendrían más de 85 años. Encontré el apellido -poco comun- y marque el primero de los dos únicos números. Luego de un "aló?" femenino del otro lado, comencé a explicar lo que buscaba.... Casi inmediatamente oigo "¿Laura? ...soy Maria tu suegra, hija?...¿Laura?". Me helé, uno a veces busca pensando que no va a encontrar. Luego de unos minutos comenzamos a conversar: mi suegro había muerto hacía años, mis cuñados habían vuelto a Chile. María tenía nietos y bisnietos. Hablamos casi dos horas. Sin llorar con mi voz, mis ojos lloraban.


Nunca le pregunté por el. Seguía recordando su sonrisa, y no quería certezas. Corté no sin antes prometerle que la vería en Puerto Montt en una reunión familiar. La tarde de Arica estaba diafana y extrañamente fría para la época. Caminé más liviana ya sin llorar. Caminé por horas antes de regresar al hotel por la noche.


Cuando el teléfono sonó pensé en mi hija que me llamaba diariamente. "Hola..." - "Hola mi bailarina...no me cortes..." El saludo cotidiano, el tono varonil, él de vuelta, me golpearon como una maza en pleno pecho. Sentí el impacto doloroso. Sentí fluidos. Sentí latidos y odio. Sentí amor... No puedo explicarlo ya que no lo recuerdo claramente. Me recuerdo repitiendo ¡hijo de puta...! una y otra vez. El con la paciencia que siempre aplicaba en nuestra peleas de jóvenes insistía "Mi Laura, bailarina, mi amor, no me cortes.. escúchame..."


Las explicaciones ... La lenta vuelta a mis sentidos... 5 años detenido, uno clandestino de un lado a otro, el resto con detención efectiva...el exilio interno con libertad vigilada...la instruccion de no contactarme para familias y amigos para protegerme... Más otras cosas que no puedo recordar. Me distraía. Pensaba "¿como puedo seguir enamorada de su voz 33 años después?"... Mientras, el seguia piropeandome sin vergüenzas: Mi Laura, mi amor....


Había viajado a fines de los 80 por fin a Buenos Aires para verme, a sabiendas que estaba casada y con dos niños, y se había vuelto a Chile convencido que no debía "revolverme" la vida...¡que irónia! ¿como podría haber "revuelto" un viento que nunca se había detenido?


El se había casado y divorciado hacía años, tenía tres hijos, y vivia en Puerto Varas. Su madre lo había llamado inmediatamente luego de hablar conmigo, para que el decidiera que camino tomar. (María me confesaría luego que durante toda nuestra conversación rogaba que no le preguntara por el)...


El largo viaje de Arica me trajo cómicas preocupaciones de mujer: ¿como me verá? ¿que pensará? ¡que vieja estoy! luego...¡pero si el tiene que estar viejo, tonta! ¡que puede pretender!


La recepcion del aeropuerto de Puerto Montt me encontró con nervios de adolescente. Sin tiempo a pensar una mano se posó en mi espalda -" bailarina estás hermosa..." Me dio vuelta e inmediatamente me abrazó besandome con las ganas de siempre, como si nunca nos hubiéramos separado. Reparándome el alma para siempre...


Y esta es mi historia de amor.

Con naturalidad Laura me mira, mientras su hija nos mira a ambos divertida por mi cara de desconcierto. Laura me dice ¿querés un café?. Le digo que si, mientras la admiro.

lunes, 29 de octubre de 2007

Horizontalidad / Concertacion / RadiKales / ¿¿peronistas??


El peronismo se comio a los radicales con Menem. Los Kirchner se comerán el peronismo ¿está bien? ¿está mal?.....+

jueves, 25 de octubre de 2007

Los sabios de la Tribu

Eran tiempos de un cambio más grande del que podíamos intuir. Sentíamos eso si, que nos estábamos quedando sin lugar: jovenes no tan jóvenes avejentados por el tránsito de la dictadura. Y nos sabíamos sobrevivientes.



Guardábamos la impronta canchera sin embargo, aún derrotados. Los veinticasitreinta son probablemente los años de la soberbia. Nos reíamos de los ticks adolescentes y del cinismo de los mayores. Como todos, ignorábamos a los ancianos



En las calles de Alsina y Pompeya los chicos todavía jugaban en las calles de verano y los abuelos mateaban en sus sillas de mimbre con el clásico pijama celeste.



No puedo recordar como conocimos a Virola. Todo en el era difuso, me acuerdo que jodíamos que era un superhéroe de comic latino: El hombre niebla. Nadie sabía bien en que momento de la mañana desaparecía, y retornaba con las primeras horas de la noche



Virola había estado por ahí desde los primeros 70. Años despues me di cuenta que nosotros habíamos aparecido en Pompeya en los albores del 73. Siempre nos reimos un poco de él, hacía equilibrio peligrosamente entre el sentido común y la fanfarronería, y nosotros como adolescentes lo despreciabamos un poco. Eso si. A sus espaldas.



Virola andaba por el metro noventa, era flaco, y aunque no le sabíamos actividad en verano mostraba un físico de boxeador entrenado. Era un Monzón más grande. Estaba en sus 40 cuando nosotros no habíamos llegado a los 20



Lo sabíamos peronista, y si bien era inorgánico, una vez nos llevo a ver a Cacho el Kadri a Avellaneda quien ni bien lo vio le grito.."¡Virola hermano, que gusto verte! ¿me estás cuidando Pompeya?". En el viaje de vuelta nadie mencionó el suceso, pero Virola "fijo prestigio" a partir de ese día. Si bien nosotros eramos JP, el Kadri era un intocable, un procer de la resistencia.



Nunca supimos que militara, que trabajara, que afanara, ni que desarrollara ningún otro verbo que le permitiera vivir, pero vivía. Discutíamos de política abiertamente con el. Recuerdo que ya en el 73 nos decía "nene, cuando muera el general te vas a hacer hombre". Nos planteaba un exceso de confianza de nuestra parte. Decía "Uds. ven un futuro que no se les va dar, salvo que lo respeten. Están demasiado seguros y se los van a coger".



Por supuesto nos cogieron. Y cogidos estábamos cuando intentamos reagruparnos a principios del gobierno de Alfonsín. Cogidos y bien cogidos. Eramos menos , por supuesto. De los notables quedaban el negro con sus bigotes llovidos a la barbilla , que apesar de las miles de sugerencias en contrario había portado por toda la dictadura en su exilio marplatense. Daniel y el ruso habían vuelto de México que había sido una tortura para ellos por su negativa a participar de la contraofensiva. El chato y yo habíamos vuelto de Brasil ya hacía un par de años. No llegábamos a la decena, y de los que no estaban no hablábamos más.



Cuando digo reagruparnos, digo cosas de café. No se si me explico. Eramos más grandes y se habían abierto grietas entre nosotros. El negro se había casado tempranamente, el suegro lo tenía cagando en el taller mecánico enseñandole el oficio, y poco análisis le salía "yo viejo, veo el escudito y lo pongo en el sobre. Yo voto pa'Perón" decía, haciéndose el bruto que no era.



El ruso se había hecho alfonsinista ante nuestro estupor. El chato y yo nos habíamos vuelto chalones y curtíamos un tardío y patético hippismo.



Las discusiones de política eran mortales y terminaban siendo una sarta de reproches, de traiciones verbalizadas, de culpas escupidas.



En el medio de una de esas el chato, con pasado en el FLS, escupió un clásico: "me cagaban a puteadas por zurdo cuando les decía que superar a Peron era imposible, que se iba a encargar de hacernos mierda", como casi siempre salto el negro "¡Una mierda imposible! ¡Una mierda, boludo! ¡los tipos como vos nos llevaron a romper antes de tiempo!...."



"Otra vez se los van a coger"... Virola había hablado como siempre, porteño, lento, mirando el faso, como hablando con el humo..."saben porque fui peronista? porque crei que Peron acumularía poder y tarde o temprano crearía el partido único, y recién despues se moriría" "por eso había que trabajar en las bases y no en la estructura. Por supuesto que me equivoqué. Pero menos que Uds" "¡ahora Uds. discuten si votaron a Alfonsin, a Luder o a Alende!, creen ahora que los dejan elegir. Y si. Los dejan elegir. Elegir entre dos o tres giles. Mientras ellos todos juntos eligen por Uds." "se los cogieron, y ahora se los van a tragar, y se los van masticar, y van a escupir el ollejo con la forma de un garca de clase media"...



Nuestros encuentros se fueron espaciando. Algunos de nosotros ni siquiera éramos del barrio y cada vez volvimos menos. En un momento me dio bronca volver por melancolía, y porque al pisar las calles de Pompeya recordaba a Virola y sentía los dientes masticandome. A mi, a mi familia, a mi auto, a mis casas cada vez más lindas, a la música que ahora suelo escuchar y la comida que suelo comer...



Con el chato nos seguimos viendo. El exilio paulista nos hizo hermanos. Hoy nadie le dice chato y es un notable historiador "né a la sorbonne". Nos encontramos en mis viajes a Buenos Aires, casi siempre por la zona sur de la ciudad. Un día comiendo en San Telmo me dice. "¿te acordás de Virola?" "¿porque será que dejamos de respetar a los viejos de la tribu en esta sociedad, si invariablemente son sabios?"



Ahí quedó. Ahora tenemos 50 y opinamos más lento.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Y este otro la cuida

Tom, ¿tenés novia? -"No, pero tengo un plan"

Siempre me gustaron morochas

Y encima siempre tiene ganas de abrazarme

Y...Mi vieja siempre dijo que iba a llegar bien alto


martes, 23 de octubre de 2007

Y también por esto

Prá não dizer que não falei das flores
Geraldo Vandré

Caminhando e cantandoE seguindo a canção
Somos todos iguaisBraços dados ou não
Nas escolas, nas ruasCampos, construções
Caminhando e cantadoE seguindo a canção...

Vem, vamos emboraQue esperar não é saber
Quem sabe faz a horaNão espera acontecer...

Pelos campos a fomeEm grandes plantações
Pelas ruas marchandoIndecisos cordões
Ainda fazem da florSeu mais forte refrão
E acreditam nas floresVencendo o canhão...

Vem, vamos emboraQue esperar não é saber
Quem sabe faz a horaNão espera acontecer...

Há soldados armadosAmados ou não
Quase todos perdidosDe armas na mão
Nos quartéis lhes ensinamUma antiga lição:
De morrer pela pátriaE viver sem razão...

Vem, vamos emboraQue esperar não é saber
Quem sabe faz a horaNão espera acontecer...

Nas escolas, nas ruasCampos, construções
Somos todos soldadosArmados ou não
Caminhando e cantandoE seguindo a canção
Somos todos iguaisBraços dados ou não...
Os amores na menteAs flores no chão
A certeza na frenteA história na mão
Caminhando e cantandoE seguindo a canção
Aprendendo e ensinandoUma nova lição...

Vem, vamos emboraQue esperar não é saber
Quem sabe faz a horaNão espera acontecer

lunes, 22 de octubre de 2007

viernes, 19 de octubre de 2007

GUITARRA NEGRA – ALFREDO ZITARROSA (FRAGMENTOS)

Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra... Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía. . . Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas... Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan... Cómo traspasarte mis hombres y mujeres blen queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos... Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas...
...Hace un buen rato ya que doy trabajo y vengo acostumbrándome al desuso de mi alma, a la razón del enemigo, a mis sesenta cigarrillos diarios, a las malas costumbres de mis canciones, que de algún modo siempre fueron nuestras, vos lo sabés, guitarra negra. . . Hoy reanudo en un cómico enderezo la hora de ayer parada en su nostalgia. Me hacen sufrir las alas que me puse para volar, más grito y se alzan, gimo y me acompañan, rio y baten de a dos, como que están amandose y se odian, sin embargo mis dos alas se odian, se enderezan, se hacen amigas mías para llevarme por todas partes: allá está la canción, aqui la nada. . . Más allá el pueblo y más acá el amor... Pero el pueblo está también más acá... Y antes estaba allá también, detras del pueblo el pueblo. . . Hemos viajado por todos mis caprichos y el pueblo hozando el piso, amandose con alas como las mias... Odiando su destino, odiándome y amandome sin alas, con millones de pies, con manos y cabezas y lenguas... Y sus mil bocas dicen: "Ahora, la suerte ya está echada..."
Hago falta... Yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy... Siento que hay un sitio para mi en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera... Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado... Falta mi cara en la grafíca del pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo. . . Los 7 ojos mios en la contemplación del mañana... Mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos.
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra, guitarra negra... Dice Enrique, mi hermano, que hay cierto perro hundido que se lame mansamente y nos lame, lamiéndose, una herida quieta allá al fondo, sentado en su escalón... Y dice más mi hermano el otro Enrique, en Praga: Dice que amarte con certeza, hacerte enteramente hembra, darte lo que de vida tengan mis urgencias será amar más y más a Jaime; amarlo, más de veras... Por su alma, su propio perro mordedor bajo el garrote, el cable, el puñetazo, la bolsa de arpillera, el plantón y el insulto... La olvidada mejilla que no ponen ni él ni nadie a golpear...
Y por todos nuestros muertos... Y he sabido, guitarra, que este otro perro que criaste, ladrador, campesino, a veces manso o vigilante, que roe su propio hueso en la penumbra y gruñe... cual casi todo perro popular, vagará por tus anchas veredas, tus milongas sangrantes... hasta morir también... Tal vez un día... De soledad y rabia... De ternura... O de algún violento amor: de amor... sin duda.

Me conmuevo inmensamente cada vez que lo escucho. Si. Escucho. La voz del Alfredo Zitarrosa recitando es parte del contenido

-*-

Yendo

Hospital de San Martín, y a las 48 hs al conventillo en Avellaneda y Rio de Janeiro. Así empezó mi vida

Despues: Humahuaca y Gallo, Riglos , Aguirre 617, Velazco, Padilla, Davila y Junta, Acoyte, 25 de mayo y Viamonte, Cuba e Iberá, Republiquetas y Ciudad de La Paz, Acoyte de vuelta, Thames y Castillo, Salta y Humberto I°, Reconquista al 900, San Isidro, Beccar, y por ahora el campo.

Dieciocho veces en cincuenta años de vida. ¿cómo no voy a ser histérico y ansioso?

Todavía no llegue a casa y todavía no se bien que hacer o como

Tengo un crecimiento tardío

Inmadurez diría la terapia

Estoy vivo, digo yo.