martes, 8 de enero de 2008

Jaque Mate


Era octubre del ’97, hacía poco que había cumplido los 40, y no sentía ni un poco de aquello dado en llamar “crisis”

Más bien lo contrario: mi vida estaba en calma, placentera. Vivía en un lindo departamento en San Isidro, tenía un buen trabajo con un “prestigio” ganado que me daba la tranquilidad de no tener que preocuparme. Estaba solo pero tenía alguna amiga. Diría que flotaba en una tibieza que en ese momento era cómoda para mi.

Un mal día en aquel entonces, era melancólico, pero nunca triste.

La falta de compromiso alguno me permitía viajar. Dar rienda suelta a mi vocacion de camionero de larga distancia y salir a la ruta las más de las veces sin rumbo prefijado. Nunca me sentí mal solo.

Un viernes de octubre llamé a mi jefe –“me tomo la semana que viene de vacaciones”- “¿me avisas hoy?”… Protestó un rato, pero algunos favores debidos y mi incondicionalidad a la hora de laburar me allanaron la partida…

Como siempre la ansiedad hizo que el sábado me despertara todavía de noche, cargue un bolso sin fijarme demasiado. Compraría lo que me hubiese olvidado en el camino. Encendí el auto y salí…

Camino del Buen Ayre, Acceso Oeste, Ruta 5, Santa Rosa, ruta del desierto y la llegada a la tarde a Neuquen. Visita a mi hermana y al otro día San Martín de los Andes. De domingo a viernes Lolog, Tromen, Hua Hum, 7 lagos. La Angostura…

El viernes por la madrugada salida a Mar del Plata para ir al campo de un amigo. Decidí manejar sin parar hasta que pudiera. Las cargas de nafta coincidían con baño y comida. La vuelta por la ruta 3, el cruce de la Patagonia, llegando a Bahía Blanca al final de la tarde.

Recuerdo que no quise entrar en Bahía ya que me solía perder en sus accesos y decidí continuar hasta alguna otra ciudad para cenar y dormir. Ya cansado pensé que el lugar sería Tres Arroyos. Recordé el hotel Alfil, al que había ido en la adolescencia justamente con el amigo que iba a visitar en Mar del Plata y su padre. Me acordaba –quien sabe porqué- nítidamente los llaveros de madera oscura con un alfil tallado…

Tres Arroyos tiene varias entradas sobre la ruta 3. Elegí una al azar (no la primera), doblé a la derecha hacia la ciudad. Recorrí largamente una avenida, en un boulevard doblé nuevamente a la derecha, y ahí, de repente, a 50 metros estaba el hotel. Me maravilló encontrarlo sin tener que preguntar despues de 20 años por lo menos. El Hotel y sus llaves eran tal como mi memoria los había dibujado. Caminé un poco despues de cenar, y me llamó la atencion no ver nada que me resultara familiar salvo el hotel

La mañana siguiente salí a Necochea y de ahí al campo en Sierra de Los Padres. Una vez instalado y tomando una cerveza le digo a mi amigo: “¿sabes?, ayer estuve en el Hotel Alfil…” Me mira con cara de nada…Insisto: “El Alfil, en Tres Arroyos”

Mi amigo sigue sin entender “¿Y?”…. “¡El Alfil boludo! ¡ibamos con tu viejo de pendejos!” El: “No y no… ¡en mi vida estuve en Tres Arroyos!” Luego de una terciada propia de borrachos, toma el teléfono llama a su padre y me lo pasa…

“ ¿Cómo le va Yayo? Acá le estoy hablando a su hijo que estuve en el Hotel Alfil de Tres Arroyos, ¿se acuerda? ¡cuando ibamos a La María!!”... “Pibe: Largue lo que está tomando, La María quedaba en Juarez. En mi puta vida estuve en Tres Arroyos…”

De más está decir que hice todas las averiguaciones del caso, amigos, familia, trabajo… Hoy puedo decir que es obvio que esa fue la primera y única vez que estuve en Tres Arroyos…

24 comentarios:

Roedor dijo...

¿Ya pensó en venderle el argumento a Stephen King? ¿O él no había escrito algo parecido?

Usté me sigue asustando, mensajero, no sé si seguir leyéndolo...

brasil dijo...

Amigo Roedor, Ud está teniendo algún problema con el provider... El Mensajero es otro.

Pero yendo al tema: La cosa es peor si pensamos que estaba solo. ¿¿habre estado en Tres Arroyos??

Roedor dijo...

Ja! es verdad, el mensajero está en otro lado... perdón, pero la primera parte es siniestra.

Disculpemé, che. Pero sigo asustado.

EmmaPeel dijo...

esto se está pareciendo cada vez más a la Dimensión Desconocida
buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

Anónimo dijo...

Roedor: preservese entonces


Emma
Será susto o abucheo? En fin: sea lo que sea, madrina, puedo asegurarle que es verídico

Me pasó punto por punto. Tengo una teoría que incluye memoria infantil y a mi fallecido viejo, pero es más aburrida todavía

jonas dijo...

caballero, no me refería a los chistes que le hace usted a emma...mi comentario venía a colación de un comentario que le hice ayer mesmo a emma en su blog, no tenía intenciones de generar conflicto con nadies!

saludos cordiales.

morgana dijo...

Dos cosas.
A la primera voy(por segunda vez!):
Está bueno para leer esto en fogón nocturno de campo campo, con la noche cayéndose encima de estrellas, con los ruidos que vienen de lo oscuro para amontonarse porque se nos frunce todo...
Su historia pasada y actual es riquísima y el modo de contarlas va a la par.
A lo segundo ahora.
Lo que escribí arriba, ya la había escrito hace un par de horas... y no sé por qué desapareció.
Podemos tomar dos teorías al respecto: La primera se basa en mi tontería de no escribir esa palabra de verificación (digo yo para qué sirve, a quién exactamente le sirve, de qué se resguardan? Si alguien sabe, avise plis) y la segunda, más al tono de este jaque mate, es que nunca lo escribí a pesar de mi certeza total y absoluta.
Elija usted la que le plazca, yo ya elegí.
Besos culinarios.

La condesa sangrienta dijo...

Viví en Tres Arroyos un par de años pero era muy chica para ir a telos y no conozco el Hotel Alfil.
Ud. experimenta el déjà vu y yo desconozco lugares donde he vivido, no sé qué es peor!

Anónimo dijo...

Jonas: no hay conflicto alguno, hombre. Solo quise expresar mi respeto por mi madrina. Lo malentendí

Morgana: Grazie. Lo de la palabrita supone que preserva de Spam. Vere que puedo hacer para sacarla, pero tenga en cuenta que esta hablando con un tipo de 50 años que todavía se maravilla de que el televisor sea en colores...

La condesa s: ¿como telos? ¡yo nunca iría a un telo solo. Es un hotel de pueblo típico...

Además...¿existirá? Tendría que volver a ir, y no lo he hecho

Mari Pops dijo...

a mi me ha pasado algunas veces esto de deja vu.

Yo tambien estuve en el Alfil de Tres Arroyos. Si estuve: habitacion 52.
Mary

Anónimo dijo...

Lo raro es que fue un poquito más que un Dejà vu... Fui en auto a un lugar en una ciudad en la que nunca había estado convencido de lo contrario

¡que pena que no estuviste en octubre del 97, hoy seríamos viejos conocidos!

¿como te acordas del n° de habitacion?

Martin dijo...

Entre bahía y 3 arroyos tenés 200 km por ruta 3 más o menos.

¿hay algo fantasmagórico aquí? Es decir, ¿dónde estaba el hotel?

Porque juárez... ¿habría un hotel igual en juárez?

Estoy confundido.

Buenísima la historia. Sí: para contar de noche.

Dan ganas de agarrar el auto.

Anónimo dijo...

pero es que estuve precisamente ese mes y ese ano : Si!!!!octubre del 97.
Brasil en que habtacion estuvo Ud?????? No sera Ud. el que.....
mary

Anónimo dijo...

¡¿como anda Dolmance?! Bienvuelto!!

Algo me fue llevando a Tres Arroyos. Pensé en parar en Gonzalez Chavez (creo que se llama así). Recuerdo que ir a Tres arroyos era algo cansador habiendo partido a la mañana (solo) desde La Angostura...

Cuando me senté a cenar, y no reconocía nada de la ciudad, me puse a pensar cuando había estado antes, y se me ocurrio que en mi adolescencia cuando iba a la estancia del padre de un amigo. Al otro día me aclararon mi error. Parabamos en un hotel en otra ciudad cerca de Juarez (creo que Azul)

No tiene mucho de fantasmagórico pero si de inexplicable

Yo sospecho que mi viejo debe haber hablado del hotel y la ciudad y sus llaves con forma de alfil en algun momento de mi infancia y me quedó oculto en la cabeza. Muerto mi padre cuando yo tenía 13, no tengo forma de corroborarlo

En cuanto a la facilidad para encontrarlo lo atribuyo a la casualidad...

Pero por supuesto es divertido pensarlo de otra forma

Anónimo dijo...

Mary: Ud me esta tomando para la chacota. Le aseguro que si me hubiera conocido a los 40 no hubiera podido olvidarme...:-)

Anónimo dijo...

Ohhhhhh ya le dije que tengo pesima memoria y Ud. poco sentido del humor.

A mi me parece que le gusta hacerse mas viejo de lo que es con eso de "...Mary me parece que me toma para la chacota..."

Que facil pica mi amigo Carioca

Es una broma y sin conocerlo le puedo asegurar que, aunque mala memoria, no me habria olvidado de Ud.
Ud. de mi tampoco

La mari

daniel cimadevilla dijo...

Brasil, vos debés tener varias de éstas...
Viste que a los que les pasan estas cosas, siempre le pasan varias, no una sola...y lo más divertido es que casi siempre son tipos muy racionales que tratan de buscarle una explicación de lo más logica...

No te devanés los sesos, esto pasa, simplemente es así...

abrazo

Bombón Asesino dijo...

Que fuerte!!!!! Yo creo en esas rarezas del destino. No se si es un deja vú o que cuernos pero me conmocionan mucho este tipo de episodios. Ahora, lo de Stephen King no es mala idea.

Anónimo dijo...

para ser de stephen king debe haber por lo menos un muerto. encontró algo en el placard? el gorila verde?

Anónimo dijo...

El muerto fue mi bolsillo: me di algunos gustos en cuanto a alojamiento, bebida y morfi en ese viaje

Anónimo dijo...

alguna señorita al cuarto?

Anónimo dijo...

Mellizo

No le voy a decir que nunca porque le mentiría, pero en ese viaje no. Fue como una cura de silencio y una inflexion en mi vida (en realidad mucho más interesante que este relato en si)

Pero me di gustos. Estuve en La Cheminée en San Martin de los Andes, las cenas no bajaban de un Rutini. Creo que no crucé palabra con nadie que no fuera mozo/a , conserge o playero de una estacion de servicio

En Villa Traful me senté a orillas del lago un par de horas con una botellita de JWalker negra y algún fasito.

Me costo volver a La Angostura. Todo el viaje fue como un exorcismo de 4 años de locura precedentes

elastichica dijo...

Me encantó.
Habría que ir una vez más. Es posible que el hotel Alfil ya no esté y que le digan que lo demolieron en el '68.

Anónimo dijo...

Elasti
Esiste, esiste... Googleelo