Cuando te llevé a mi casa directo desde la jaula del veterinario, tenias no más de 10 cm. La foto aquella daba una acabada idea: exactamente igual que la naranja. Buena foto, naranja intenso contra negro renegrido. Tuviste un nombre obvio: Felix
Llegaste casi al mismo tiempo que Brasil. A pesar que te superaba en masa como diez veces supiste hacerte amigo. Crecieron corriendose por la casa de Beccar. Siempre me causó gracia ver como lo jodías: esperabas escondido atrás de una maceta y cuando pasaba le atacabas el posterior como un leon a una cebra clavándole colmillos y uñas en las ancas. Despues te bancabas alguna revolcada, pero ¡quien te quitaba lo bailado!. Habías descubierto tambien que subido a la tapia los dientes de Brasil llegaban en su salto a un par de centímetros tuyos pero no te tocaban. Y lo mirabas con esa sorna gatuna de exasperante tranquilidad.
Y así crecieron. Brasil 40 kgs de músculos y vos tus monstruoso tamaño cuasi pantera.
Te bancaste de todo. Nuestras vacaciones en tu condición de animal gasolero y autosuficiente. Te bancaste una primera mudanza a una quinta enorme. Y te traje a Angra, que acaparó la atención de Brasil, y te felpeaba un poco más duro.
Aún así lograste hacerla amiga a fuerza de haberla rigoreado de cachorra. Después te bancaste a la doberman, si bien empezaste a ralear y dejaste de dormir despreocupadamente al sol.
Nos fuimos a vivir al campo y también viniste. Empezaron a llegar más perros esta vez callejeros producto de la empecinada filantropia de mi mujer. Tuviste un par de sucesos complicados de los que te salvamos a duras penas. Así y todo venías de noche, yo te daba de comer, vos me cabeceabas y te acostabas a dormir en el asiento del tractor al reparo del galpón.
Te fuiste un par de veces por unos días. Hace 8 días monstruosas cosechadoras en el campo de atrás. Hace 8 días que no aparecés.
¿Dale que venís aunque sea una vez más para que vea que estás bien?
¿donde mierda estás?