jueves, 28 de febrero de 2008

¿Palermo what?


¿¿Como se llama este Palermo?? ¿¿Venice??

martes, 26 de febrero de 2008

Permanecer



A los tibios los vomita Dios. Creo que es un pasaje del Apocalipsis.

Este pais está siendo gobernado –adrede- como si estuviera en crisis… desde la crisis. Se supone que cualquiera sea la forma de un gobierno, una crisis provoca atencion sobre la coyuntura, y una cuidadosa elección de prioridades.

La salida desordenada del gobierno por parte de De La Rua, la entrada –totalmente planificada- de los sectores Duhaldistas en escena (tal como en el final del reino de Alfonsin), fueron la foto del pináculo de la crisis.

Los sectores más marginados se organizaron como pudieron (piqueteros por ejemplo) o simplemente sobrevivieron (cartoneros). En la superficie (muy en la superficie) y llegando al punto máximo con los Kirchner pareció haber cierta preocupacion por los desclasados: se los dejó hacer. Se fueron transformando en parte del paisaje urbano.

Las pocas políticas oficiales hacia estos grupos fueron tolerantes. Hay quienes pueden interpretar interes social por parte de los gobernantes, hay quienes podrán ver desmadre y mano blanda, y hay quienes como yo, vemos un claro plan de utilizacion política que poco tiene que ver con un interes en la dignidad de estos individuos.

Ya volvemos. ¿La clase media mientras tanto, que?. Luego de el famoso “El que puso dolares recibirá dólares”, luego de llenarlos de CEDROS, aflojar un poco la canilla con amparos judiciales, de los BODEN, de las desprogramaciones I, II, …“N”, se fue calmando. Guardó las cacerolas, volvio a su rutina, y hoy anda alegremente de vuelta por los bancos buscando tasas de Plazo Fijo (el que puede), o tomando un crédito para comprarse el 29” o el plasma.

Por supuesto, y ya más calmada, volvió a opinar sobre los que quedaron políticamente activos –piqueteros-, o trabajando en las calles –cartoneros-. Opinar es un término un tanto impreciso. Volvio a comprar marketing político. Pensamiento predigerido. Pongamos como ejemplo a tres fulanos cualquiera. Nombremoslos como “Adolfo” a uno , “Juan Domingo” a otro y “Camilo” a un tercero.

Estos tres ejemplos arbitrarios de la clase media forman la famosa “opinion pública”. Y compran. Uno compra a Macri o Sobisch, el otro compra K , y el ultimo compra variopinto: hoy Lilita, ayer Chacho Alvarez, pasado quien sabe que. Y digo compra, porque los escucha, lee prensa ad-hoc, traga pero no digiere, y escupe el mismo discurso que compró sin demasiado análisis.

Volvamos a los desclasados: ¿Qué opinarán nuestros amigos sobre ellos?

Adolfo piensa rápidamente en erradicacion de los piqueteros a palos de las calles (la calle es mia y tengo derecho a circular), a erradicacion de los cartoneros (¡al conurbano con ellos!). Bah! Pensara en erradicacion.

Juancito pensará que la cosa decantará sola. Que si hay laburo se van a a terminar desgastando y yéndose solos. En pegar un palito de vez en cuando si y solo si se desmadran. En las politicas K de debilitamiento político y fragmentacion, etc

Camilo enfrentará el tema por reacción. Se centrará en la “cuestion humana”. Protestará airadamente por el desalojo de los cartoneros del espacio público en Belgrano (siempre que no esten en la puerta de su casa), se horrorizará de cualquier palo, y defenderá airadamente el derecho a permanecer en las calles para protestar

Con respecto al orden, Adolfo lo considerará un valor fundamental y que le pertenece. Para Juancito el orden es una cosa elástica que incluye alianzas “tácticas”, y para Camilo el orden es un “horror” que le pertenece a Adolfo.

Por supuesto acá se terminará la cosa. En esta expresion de “principios” (¿?).

Imaginemos ahora un Monumental repleto previo a un River Boca, con la gente, los jugadores y el arbitro preocupados por como se jugará el partido. Preocupados por la pelota, preocupados por los comentarios previos, por el estado de la cancha y de los jugadores. Y sigue, y sigue y sigue…Y el partido no se juega jamás

De esto se trata el tema. A nadie le preocupa la accion política. A nadie le preocupa el destino de los cartoneros y los piqueteros. Echarlos o dejarlos protestar en la calle. A nadie se les ocurre que habría que incluirlos socialmente. Transformarlos en trabajadores. Crearles conciencia de tales. Todos se los quieren sacar de encima: o a los palos, o dejándoles hacer los que les plazca

Nuestros amigos, por ingenuidad y Mauricio, Nestor, Cristina o Lilita por mala leche y preservacion del estado de cosas tal y como está. Todos ellos

No será hora que los jugadores se definan y se empiece a jugar el partido? No habrá que dirimir cosas?

Y que los que no quieran que se corran: “a los tibios los vomita Dios”

jueves, 21 de febrero de 2008

Un buen nombre lo es todo


Me encantan los nuevos nombres que reciben los barrios en Buenos Aires


¡Al fin estamos llegando al lugar en el mundo que merecemos!


¡Tantos Palermos emocionan, y te ponen de un ánimo bien arriba!


No se si ya está, pero si no es así, propongo que a Chacarita se la renombre como Palermo Brooklyn.


¿¿y porque no extender esta virtud que transforma nuestros lugares en re-lindos, re-vivibles, re-nomé??


Por ejemplo Pilar podría ser Filadelfia. Rosario ya tiene nombre y se lo puso el gordo Muñoz...


Propongan. Eso si: no me vengan con "Quartier Latin" para San Telmo. La vieja Europa quedó fuera de juego.



(*) Foto: Habitantes de Laferrere festejando la posibilidad que su localidad pueda tranformarse Laferrere New Jersey

jueves, 14 de febrero de 2008

Color local



Somos una sociedad sin olores, sin sabores, sin color local. Me corrijo: Los que vivimos en los conglomerados urbanos más grandes de la Argentina, somos así. Sobre todo las clases medias y altas.

Basta conocer cualquier ciudad de Brasil para percibir matices propios. Leer a Jorge Amado es más que ver letras o comprender palabras; es saborear, oler, tocar. Quien haya viajado por Chile habrá percibido el respeto por tradiciones: las clases altas van a restaurantes propios de su clase, en autos y camionetas acordes a sus ingresos y moda, pero es común verlos vestidos de “huasos” en las ciudades del interior.

Recuerdo haber leído que aquí un chico quiso egresar vestido de gaucho del secundario, y se lo prohibieron.

Y está bien. Es materia opinable como todo, si decidimos ser una sociedad ascéptica, sin divisas que nos identifiquen. Digo… estaría bien. Si fuera así. Pero adherimos a cuanta paparruchada viene de paises centrales. Halloween, Saint Patrick, San Valentín

Entonces, lo que podría ser una característica, se transforma en puro complejo de inferioridad.

Hoy es San Valentín. Pues bien, hablemos del amor, si tanto nos importa realmente

Lo dejo en manos de Jaime Barylko, extrayendo un fragmento de su libro El miedo a los hijos.


“A menudo confundimos el amor con el enamoramiento. El enamoramiento tiene buena prensa y buena literatura. Es la situacion excepcional, la eclosión del Eros, el “no se qué” que se alcanza por ventura, el éxtasis.

El amor es la prosa. No tiene grandes frases y pocos se dedicaron a describirlo. Es la vida cotidiana, con sus altibajos, con sus colores del arco iris cambiante. Amar es considerar al otro por encima de estos cambios, errores, aciertos, independientemente de sus logros o eficacias.

Al eficaz se lo aplaude, se lo premia. Al que produce algun bien se le agradece, se le retribuye.

Al otro se lo ama. Al otro en plenitud. Y no es cosa de sentimiento solamente. Es plenitud de yo frente a plenitud de otro, pero es acto, conducta, hacer y quehacer para el bien del otro.

Amar es pensar.


Suena extraño, lo se. Pero “el bien del otro” es tema complejo y requiere esfuerzo de investigación, pensamiento. Amarlo es pensar en él.

Nos educaron a sentir en la vida y a pensar en las matemáticas, en la fábrica, en los negocios.

Nos enseñaron que el corazon es para la casa y las relaciones íntimas y la razón, es para las frías relaciones con los otros indiferentes.

Esa educación no nos trajo felices consecuencias. Gracias a ellas sabemos compadecernos de Hiroshima, pero no alcanzamos a convivir dos personas en un recinto llamado hogar.
………………………………………………………………………………………………
Amar es pensar al amado
Enamorarse es pensar a si mismo
.

El éxtasis del enamoramiento es con el otro, por el otro, pero totalmente mío. Es, lo dice el vocablo, enamoramiento, en mi. Me adoro en el amor a ti.

¿Quién puede aleccionarnos al respecto mejor que Romeo? En la escena VI del segundo acto se expresa así:

¡Oh, Julieta mía! ¿Participas tu de la alegría, de la inmensa alegría que llena mi alma?

Romeo se siente inundado de dicha; pero nada sabedel alma de Julieta. Se pregunta si ella puede participar –tomar parte- de su alma, ser de él, en él, dentro de él. Absorberla completamente. Integrarla dentro de la prisión específica de su pasión. Egoísmo.

Puro ego extasiado de sí mismo, gracias al otro.”


Dedicado a Dolmance (acá debería haber un link) y a su post “Sensamientos”

martes, 12 de febrero de 2008

Retroceder si, rendirse jamás

Hay algo que me ha sucedido reiteradas ocasiones en mi vida

Me ha sucedido que me sucedieran cosas años despues de que deseara que me sucedieran. Ud. dirán “¡pero claro bolu, las deseaste y las buscaste!” . NO. Y ese es el tema. Simplemente sucedieron. Sin que yo pusiera demasiado énfasis en procurarmelas…

Tuve por ejemplo una época muy urbana en la que amaba los lugares más insólitos de Buenos Aires. A finales de los 80 estudiaba post produccion en Canal XIII, y sentado en el bar de San Juan y Humberto I°, pensaba que era un buen lugar para vivir (sobre gustos no se discute), ya que me gustaba su cercanía con San Telmo y el centro, . Resultó que unos años despues me compré un depto a una cuadra y media de alli. El porqué fue totalmente fortuito.

Cuando era muy chico, iba mucho a Beccar a la casa de unos tíos. Ahí aprendí a andar en bicicleta. Ahí obtuve mis primeras libertades de movimiento. Amaba la calle que bordea la estacion con sus casuarinas centenarias. Casi 35 años despues, motivos laborales me acercaron a la zona. Termine comprandome una casa y recorriendo esa calle diariamente a pie de la estacion a casa.

En general las cosas –aún con algunas deformidades- se me han ido dando como quería

En la adolescencia había pensado en el campo como un lugar a vivir y trabajar. Hoy vivo en el campo y trabajo en Lujan.

Hace un tiempo que tengo San Javier de Yacanto, Villa La Angostura, o alguna playa del sur de Brasil como norte laboral y familiar. Así que estoy convencido que allí terminaré mis dias (por ahora)

Por eso, que me hayan hecho una propuesta laboral (que no puedo rechazar), que implique volver a formar parte de los millones que se pisotean en el microcentro diariamente, no lo interpreto como una derrota…

Retroceder, si, pero para tomar carrera.

jueves, 7 de febrero de 2008

Amigos son los amigos...


Un entrañable amigo que vive en la costa atlántica, sabedor de ciertas preocupaciones que me aquejan ultimamente, se empeñó en alegrarme la mañana. Acaba de enviarme el siguiente mail junto a un grupo de amigos. Ahí va:


No los quiero molestar, pero ayer ha acaecido un hecho con consecuencias dificil de sopesar. Lo voy a sintetizar:
Unos jóvenes adolescentes estaban encaprichados en arrojar bombitas de agua tomando como blanco móvil al tren de la Alegría (que no era el de Rodríguez Sáa sino uno con unos monigotes disfrazados encima que circula por nuestras calles de noche).
Cansados de improperios, como:
"Olé, le
Ola, la
Donald se la come,
Mickey se la da"
se bajaron el Pato Donald, Bob Esponja, Margarito Tereré y no se que otro y se armo una trifulca de proporciones grandes (volaron sillas, mesas, escupitajos, trompadas, etc..), con un claro triunfo de nuestros superhéroes.
Cuenta la leyenda que uno de los muchachotes pretendió pedirle ayuda a un policía. Todo iba bien hasta que, pretendiendo responderle en cuanto al autor de sus lastimaduras dijo
- Bob Esponja
- ...
- ...
- ¿ Y como era?
- Flaquito, medio amarillo y con una esponja en la cabeza.

No es muy creíble, pero es vero
Este lugar es muy raro.
T.