Su madre y su hermano le decían "negrita". Ningún otro ser humano hubiera salido indemne de nominarla así.
Su documento decía María Amelia. Sus amigos le decían Amelia.
Era brava y fría, pero tenaz, inteligente, avasalladora. Nutricia y guardiana. Pasados los 80 y mirándola quienes la conocíamos desde siempre, comprendíamos cabalmente el significado de "león hervíboro". Los nietos y bisnietos la habían dulcificado y transformado en una tierna anciana.
El cura se equivocó una y otra vez llamandola "María".
Yo la llamaba mamá.
11 comentarios:
Uy Brasil, qué decirle, un abrazo fuerte
Esto es precioso Brasil.
No hay palabras.
Mi madre murió hace poco; es un dolor inmenso.
Te mando un abrazo.
Tarde, pero abrazo al fin. Y yo diciendo boludeces en otro lado...
brasil, lo mismo de emma.
abrazo.
Mil gracias a todos
Abrazo tardío pero sentido.
me deja sin palabras.. Un beso, y Amelia siempre estará.. le decían "negrita" como a mí.. y por la descripción coincidimos en varias cosas.. Me parece que mañana me pego una vueltita por lo de mi vieja. Vuelvo a decir.. lindo post.. sentido.
cuentame de Amelia en un post.
Hola.
Hace mucho que no vengo por aquí salvo para escribir dos líneas desesperadas. Ayer vi las tuyas. Y me costó creer y entender lo que decías. ¿Cómo? ¿Así? ¿de la nada? Qué duro. Lo siento muchísimo, te acompaño sabiendo mas o menos cómo se siente. Lamento no haberte mandado un abrazo antes. Va ahora, con un cariño muy grande.
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