El fin de semana pasado llevé a mi niño a un cumpleaños a 40 km de casa. Casualmente es una de las tantas compañeritas de sala turquesa a las que el denominó durante el año como "mi novia". Esta era la de turno. Me quedé paseando por la zona ya que realmente valía la pena, mientras el disfrutaba su fiesta.
Capilla del Señor es probablemente uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Buenos Aires, si bien algunos emprendimientos "fashion" están comprometiendo el aspecto urbanístico. Los caminos rurales de tierra aledaños, y sus fincas, son una contención para la neurosis infinitamente superior a cualquier analista prestigioso.
Terminado el paseo solitario, con el pequeño Tomi en el auto, y ya regresando a casa, le pregunto: "que tal tu novia, te divertiste?" -"Si papá, me divertí, pero ya no es mi novia". medio distraído le digo: "Listo entonces, no pasa nada"... Y me contesta: "Si. No pasa nada. En mi salita hay muchas nenas más..."
Todavía sonriendo, veo salir de atrás de los árboles linderos al camino una mole como la de la foto. Mi niño con su cara de 5 años sorprendida, pegada al vidrio de la ventanilla... Su cara que tanto me conmueve.
¿quien podría pedir un domingo mejor?