miércoles, 7 de noviembre de 2007

Gris


Corría abril del 77

Le parece que era un día gris, pero no podría asegurar si no se trata de una carga emotiva.

Si recuerda estar sentado con su amigo Pancho, los bolsos y una guitarra, esperando la partida del aliscafo a Colonia. Algún otro amigo y familia se distribuian discretamente por el lugar sin hablarles o mirarlos bajo expresas instrucciones. Si bien podían cruzar con documento argentino, ambos mostraron su flamante pasaporte. Sabían que en aduana se fijarían menos por la reciente fecha de emisión.

Efectivamente. Pasaron sin mayor problema: dos pendejos yendo a boludear al Uruguay. En el pasaje y separada, viajaba una tía de Pancho que volvería al otro día, una vez que corroborara el arribo.

El cruce, rutinario, demasiado callado, demasiado corto para el paso que estaban dando. En Colonia recuerda al aduanero con cara pícara y gastadora. Preguntas cancheras con gesto de “ya se”.

El micro a Montevideo, la llegada a la nada. Caminaron largas horas sin plan. Comieron pizza, hablaron huevadas y se les ocurrio ir a la terminal de micros

Polo recuerda que viajaron sin otro rumbo que partir. Habían charlado vagamente de llegar a Caracas donde el tenía familia. Llevaba 300 dólares en el bolsillo. Pancho tenía algo más.

Simplemente recorrieron las plataformas. Cree recordar que la empresa se llamaba TTL. El bus se veía confortable y su destino interesante: Sao Paulo

Pancho se quedó con los bolsos mientras Polo compraba los pasajes. Tenían 20 y 19 años.

11 comentarios:

EmmaPeel dijo...

Ay ay ay Brasil, que vengo en día barranca abajo...

me gusta y sé que sigue, entonces me gusta más

un beso

Satamarina dijo...

no sirvo para comentar sus post Brasil, pero vengo.

saludos

Jack Celliers dijo...

Leyendo a Marina me acabo de dar cuenta: los posts pueden ser interesantes, bien escritos y solventes o aburridos, deficientes y pelotudos. Además de eso pueden ser fáciles o difíciles de comentar y esto último no tiene nada que ver con la calidad del post.

Este es muy bueno, y difícil de comentar. Quizás por el tono casi casual que esconde el peso del asunto...

daniel cimadevilla dijo...

...cada año que pasa , los hechos me parecen más injustificables y la reflexión más enfática : "éramos tan pendejos"

un abrazo

Milkus Maximus dijo...

Y???? lo demás??? cómo sigue???
Nos va a dejar con la duda??
Media pila Brasil: no puede tirar el comienzo de un buen relato, así nomás, al boleo, y dejar al prójimo en banda.
Esperamos la segunda parte.

brasil dijo...

Marina / Jack
Me hicieron reflexionar, y uno de los temas sería que cuando los post son demasiado autoreferenciales, pierden sentido para terceros. De ahí saltó mi cabeza hacia los combatientes de Malvinas. Haré un post al respecto en breve.

Milkus
Estas cosas toman sentido por la calidad de los lectores, bienvenido (obviamente continuará)

Cima
A Ud que es contemporáneo ¿vio? ¿no le causa impresion -hoy- a la edad que sucedían estas cosas?

Cosima dijo...

Un amigo de la infancia que fue a Malvinas nunca fue el mismo y tantos años despues no termina de conjurar todos los demonios.

Es duro.

Martin dijo...

No sin temor a desubicarme, le pregunto:

¿Y la partuza?

Muy bien su pluma, eh? Leyó algo de Haroldo Conti?

Mari Pops dijo...

por que tiene que seguir? no me molestaria... pero a veces se cuenta un momento, como una instantanea, y puede ser que tenga tanta belleza que no hace falta mas. Linda foto, que la pelicula si la cuenta no pierda el tono casual y la emocion del recuerdo.
Ms. Mary

brasil dijo...

Dolmancé ¡no sea irreverente! ¿que partuza? recuerde que en esa época estábamos imbuidos de una moral revolucionaria "ferrea". Bueno... algo habrá más adelante

Haroldo Conti, no se porqué, sin razón alguna, es el desaparecido que más me duele fuera de un par de amigos. Si he leido. Desde ese entonces conservo amor por los álamos Carolina

La Mari: ¡gracias por pasar! Concuerdo con la belleza estática de las instantáneas. Sin embargo continuará en la forma de instantáneas consecutivas. Fue un tiempo muy fuerte de mi vida

Martin dijo...

Me imagino, pero no creo que la moral férrea fuera impedimento para algún que otro fierrazo de vez en cuando.

Lo de Haroldo se lo digo porque al leerlo me recuerda a él... de la musicalidad de sus palabras, el tono un tanto contemplativo...